Ejercicios lumbares hernia discal, YOGA PARA PRINCIPIANTES

Ejercicios lumbares hernia discal

Hernia discal l4 l5 ejercicios a evitar

Piensa en los discos amortiguadores que hay entre tus vértebras como si fueran las pastillas de freno de tu coche; en realidad tienen más en común con los amortiguadores, pero sigue con nosotros. Cuando las pastillas de freno se desgastan y hacen ese horrible ruido de rozamiento, sólo tienes que cambiarlas si eres hábil o pedirle a un mecánico que lo haga si no lo eres.

No es tan fácil con la espalda. Aunque los materiales para la sustitución de los discos se han vuelto más avanzados y el procedimiento es menos invasivo y costoso, no deja de ser una operación, y hay que evitarla si es posible. Por eso, si los discos intervertebrales se dañan o se hernian, al principio hay que seguir un camino diferente, lo que significa hacer ejercicio y estiramientos.

Tus vértebras -los pequeños huesos que componen tu columna vertebral- tienen discos amortiguadores entre cada una de ellas. Piensa en los discos como si fueran pequeños globos blandos rellenos de una sustancia elástica similar al gel. Usted tiene 23 de estos cojines, denominados discos o discos intervertebrales. Los discos intervertebrales se mantienen en su sitio gracias a los cartílagos del extremo de cada vértebra.

Tratamiento de la hernia discal y la ciática

La columna vertebral está formada por una serie de vértebras (huesos) amortiguadas por discos. Cuando un disco se lesiona o se deteriora debido a una enfermedad o al envejecimiento, puede producirse una hernia discal. Hay formas de evitar el desarrollo de esta afección con ejercicio, tomando precauciones y haciendo cambios en el estilo de vida.

En pocas palabras, el material de amortiguación entre las vértebras de la columna vertebral actúa como un amortiguador. El disco tiene una capa exterior llamada anillo que está formada por un tejido resistente. El anillo protege un tejido interior más blando llamado núcleo. Una rotura o desgarro en el anillo permite que el núcleo sea empujado hacia fuera y hacia el canal espinal.

Una hernia discal también se denomina comúnmente disco abultado o hernia discal. El canal espinal atraviesa cada vértebra de la espalda y es lo suficientemente grande como para contener el nervio espinal (médula espinal). El núcleo que entra en el canal espinal a través de la rotura o desgarro del anillo invade un espacio abarrotado, y es probable que el disco se desplace al mismo tiempo, lo que significa que se ejerce presión sobre el nervio espinal. El resultado es un cierto grado de dolor.

Ejercicios para discos abultados l4-l5 s1

Si le han diagnosticado una rotura o hernia discal en la espalda, es probable que sufra espasmos musculares, dolor agudo o sordo, calambres, debilidad o pérdida de funcionalidad en las piernas y/o ciática. Es probable que el dolor se intensifique al toser, estornudar o agacharse. Las hernias discales pueden ser lesiones muy dolorosas que afectan a su vida cotidiana.  La buena noticia es que no tiene que operarse necesariamente para reparar su hernia discal. De hecho, los estudios han demostrado que el 90% de los pacientes pudieron recuperarse siguiendo un tratamiento no quirúrgico. Los siguientes ejercicios, junto con un tratamiento de fisioterapia adecuado, pueden ayudar a aliviar los síntomas y fortalecer los músculos de la espalda.

Entre cada una de las vértebras de la columna lumbar hay una “almohadilla” que absorbe los impactos, que se llama disco. El propósito de estos discos es proteger la columna vertebral de las actividades diarias, como caminar, correr, saltar, etc. Cada disco tiene dos partes: un anillo interior blando y gelatinoso, y un anillo exterior táctil. Cuando el anillo exterior está lesionado o débil, puede permitir que el anillo interior sobresalga. Esto se conoce comúnmente como una hernia de disco.

Ejercicios para hernias discales lumbares pdf

El intenso y punzante dolor ciático derivado de una hernia discal puede aliviarse eficazmente mediante un programa de ejercicio y rehabilitación controlado y progresivo. Si el dolor agudo es demasiado intenso para hacer ejercicio, puede recomendarse una intervención para el control del dolor, como la medicación o una inyección epidural de esteroides lumbar, para facilitar el progreso con el programa de ejercicios.

La movilización nerviosa ayuda a tratar los nervios que forman adherencias, que son bandas fibrosas de tejido blando que se desarrollan debido a la inflamación, lo que las hace rígidas.5 Estas adherencias suelen desarrollarse como resultado de una reducción prolongada del flujo sanguíneo y de la inflamación alrededor de las raíces del nervio ciático causada por las hernias discales.6 Con el tiempo, las adherencias hacen que se desarrollen síntomas dolorosos desde la zona de la raíz del nervio espinal, que bajan por la pierna en forma de ciática.

El método McKenzie se centra en un proceso denominado centralización del dolor, que consiste en trasladar los síntomas de dolor de la pierna o el pie a la zona lumbar. Una vez trasladado el dolor, la lumbalgia puede tratarse con mayor eficacia mediante ejercicios de fortalecimiento y estabilización.7