Como poner la mente en blanco, YOGA PARA PRINCIPIANTES

Como poner la mente en blanco

Cómo vaciar la mente para dormir

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Cuando las personas se enfrentan al estrés, muchas se dan cuenta de que éste puede agravarse con pensamientos no sólo sobre el estrés actual, sino también sobre acontecimientos o problemas que ocurrieron en el pasado o incluso sobre acontecimientos que pueden ocurrir en el futuro.

Si usted ha experimentado este tipo de estrés, puede haber notado que los mismos pensamientos se repiten una y otra vez en su mente creando un bucle sin fin y una mayor preocupación. Este patrón de pensamiento no sólo no ayuda a resolver los problemas en cuestión, sino que también puede interferir con las prácticas saludables que pueden ayudar a crear paz interior, como el sueño reparador.

La solución es despejar la mente y darse un respiro de estos factores de estrés recurrentes y agravados. Con un enfoque renovado, puede ser capaz de resolver su problema o al menos comprometerse con una solución que sea manejable.

Vacía tu mente de significado

Nuestras mentes son mágicas. Como un accesorio en un juego de manos de un ilusionista, parece revolotear de un lugar a otro: ahora aquí, ahora allí, ahora… en ninguna parte. La magia de nuestras mentes a menudo se pierde en los detalles mundanos de nuestras rutinas diarias, pero la notable flexibilidad de nuestras vidas mentales permanece. Nuestras mentes pueden dirigirse a la tarea que tenemos entre manos, pueden estar “aquí” mientras nos concentramos en nuestro viaje diario al trabajo o nos centramos en el contenido de una reunión o conversación. Nuestra mente también puede estar “allí”, es decir, en cualquier otro lugar que no sea la situación actual: puede viajar a unas próximas vacaciones, a un recuerdo favorito o incluso a una lista de tareas pendientes cuando el trayecto matutino se convierte en un atasco o la reunión de trabajo se convierte en un tedioso ejercicio de resistencia. En otras ocasiones, nuestra mente puede ir a un tercer lugar: ni aquí ni allí, sino a ninguna parte. Puede haber momentos en los que nuestra mente esté en blanco.

Sin embargo, algunas operaciones mentales -como el procesamiento de información compleja, la resolución de problemas y las acciones intencionadas- parecen requerir un conocimiento consciente (Dehaene y Naccache, 2001). Para que la información entre en la conciencia, debe ser atendida. La atención parece seleccionar los estímulos del turbio mar de la información perceptiva procesada periféricamente y colocarla ante el foco de la conciencia (por ejemplo, Crick y Koch, 1990; Posner, 1994); selecciona entre varias corrientes de pensamiento posibles simultáneas y presenta una a la conciencia, excluyendo todas las demás (por ejemplo, James, 1907; Baars, 1997; Schooler et al., 2011).

Cómo dejar la mente en blanco

Las personas que sufren este problema suelen mantener una conversación con su familia o amigos cercanos, pero se quedan en blanco en situaciones que les intimidan. Algunos ejemplos comunes son conocer a gente nueva, ser puesto en aprietos en un grupo o hablar con alguien atractivo o de alto estatus.

A continuación, te presentamos algunas formas de afrontar la mente en blanco. Están ordenadas por sugerencias que puedes utilizar en el momento y por cosas que puedes hacer a largo plazo para reducir la frecuencia con la que aparece el problema.

Cuando la mente de algunas personas se queda en blanco, el problema se agrava porque se preocupan por las consecuencias de no tener nada que decir. Temen que todo el mundo les juzgue duramente y que sea humillante. Eso les hace estar más ansiosos y cohibidos, lo que bloquea aún más sus pensamientos.

En realidad, si le dices a la gente que tu mente se quedó en blanco, normalmente no les importará y a menudo estarán encantados de ayudarte a retomar el camino. Si dices lo que ha pasado en un tono informal que diga que no es gran cosa, nadie lo tratará como tal. Por ejemplo, “¿Qué tipo de cosas haces para divertirte?”, “… …Ja, ja, lo siento, mi mente se quedó en blanco por un segundo. ¿Qué has preguntado? ¿Qué hago para divertirme? Sí. Bueno, últimamente me gusta dibujar…” Puedes enseñarte a ti mismo de primera mano que no suele ocurrir nada malo cuando te quedas en blanco fingiendo que te ocurre durante conversaciones de poca importancia.

Cómo despejar la mente al instante

Tener el cerebro congelado puede ocurrirle a cualquiera. “El problema no sólo afecta a los que generalmente padecen ansiedad. Prácticamente todos somos vulnerables a fallos similares, ya que nos cuesta recordar las palabras clave en el momento adecuado y nos resulta casi imposible concentrarnos en la tarea que tenemos entre manos”, dice Time.com.

Se debe a algo que se llama la respuesta de ‘lucha o huida’. La sensación de que la mente se queda en blanco bajo el estrés se produce cuando las hormonas, como el cortisol, inundan nuestros sistemas. Estas hormonas “invaden la corteza prefrontal del cerebro y el hipocampo, alterando la actividad neuronal y nuestros patrones cerebrales normales”, explican en olwcation.com. Como resultado, nuestros métodos de recuperación de hechos y de recuerdo se ven alterados.

Nuestros antepasados necesitaban esta reacción en el cuerpo para ayudarles a luchar contra los depredadores o escapar de situaciones peligrosas. “Tomarse tiempo para considerar las opciones no es aconsejable mientras te persigue un tigre o te enfrentas al fuego enemigo”, explican en Time.com. Son tus instintos los que toman el control y otras partes de tu cerebro, que podrían interponerse en el camino de la supervivencia, las que se hacen a un lado y dejan espacio. En situaciones de estrés, “el cerebro tiende a desconectar las redes corticales que intervienen en la creatividad, la contemplación, la planificación y el pensamiento abstracto”. Suena bien para el escenario de la huida de los tigres salvajes, pero no es una gran noticia si estás en medio de un discurso o de un examen.